lunes, 2 de octubre de 2017
Los Jardines Colgantes de Babilonia eran considerados una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y fueron construidos en el siglo VI a. C. durante el reinado de Nabucodonosor II en la ciudad de Babilonia (la Babel de los textos bíblicos), a orillas del río Éufrates (Mesopotamia). Las aguas para regar las plantas eran traídas desde las orillas del río Éufrates, que se encontraba en las faldas de la montaña. En los jardines se plantaban palmeras y árboles frutales, como el dátil y los cocos.Se cree que sus diseños y construcciones se iniciaron en 605 a. C., por orden del rey Nabucodonosor II de la dinastia caldea del Imperio neobabilónico, como muestra de amor hacia su esposa Amytis, hija de rey Ciáxares del Imperio medo (Media o "Umman Manda"), para recordarle a las montañas de su tierra.Entre las 7 maravillas del mundo antiguo, llama poderosamente la atención losJardines colgantes de Babilonia. Frente a las demás construcciones, que son edificios o estatuas portentosas, como el Coloso de Rodas o el Faro de Alejandría, destaca este peculiar vergel en pleno centro de una impresionante ciudad cuyo origen no está claro. Además, las evidencias de su existencia real no se localizaron hasta hace pocos años.Según han dejado escrito los historiadores griegos, los Jardines colgantes de Babilonia eran una espectacular manifestación de vegetación de la época. Medían más de cien metros a lo ancho y largo, y llegaban a una altura de entre 25 y 90 metros, según con qué autor te encuentres.Además, pese a las pocas precipitaciones que recibía la tierra de Mesopotamia, lo que hoy día conocemos como Irak, estos jardines maravillosos siempre estuvieron bien irrigados y jamás les faltó el agua. Para ello, los babilonios establecieron canalizaciones y una bomba de cadena o noria para subir el líquido elemento hasta las terrazas y regar toda la frondosa vegetación.
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